EXPOSICIÓN INTERFACES – MUSEO DE ARTES VISUALES,
ORGANIZA MAVI Y RAÍZ DISEÑO
Obra de Juan Egenau Blindaje para mi Ego, Colección MAVI
arriba re-interpretación en clave textil por el colectivo Híbrida.
Crédito imagen: Raíz Diseño
Agradecimiento y Créditos fotografías : Raíz Diseño www.raizdiseno.org
Reflexiones en torno a Blindaje para mi Ego
La obra de Juan Egenau, visionaria compacta y contemporánea representa un espíritu de época fascinado por el optimismo progresista del siglo xx. Lo maquínico, frio y rígido del metal es releído desde formas orgánicas que suavizan en reluciente la materialidad como expresión de la relación del cuerpo humano con un entorno agresivo. Blindaje para mi ego, es una obra hermética, carente de dualidades, cobija y protege una subjetividad amenazada por los conflictos políticos y sociales de la época.
A 38 años de su creación, el panorama social es diferente, las coyunturas socio-políticas de su época han subyacido bajo nuevas políticas institucionales democráticas, y políticas económicas neoliberales, asumiendo el mercado gran parte de la responsabilidad de la regulación de los procesos sociales.
Este escenario plantea la necesidad de repensar y poner en tensión los conceptos tradicionales referidos a la identidad y la creación de parámetros se subjetividad individual y colectiva. Es necesario preguntarse si la identidad individual o el “ego” puede ser representado bajo ciertos atributos estéticos que hablen de cualidades intrínsecas, como pertenencia compacta de una identidad auto constituida, con bordes y límites definidos.
Un “yo” único y definido es una visión de la realidad psíquica que comprende una totalidad completa. Es esta la representación del ego que realiza la Obra de Egenau, o al menos lo que vemos externamente como blindaje. La pulsión de vida exige un blindaje que opera como estructura ortopédica, asegurando el correcto funcionamiento psíquico de un mecanismo que se siente expuesto y vulnerable. La categoría de “ego” blindado, doblemente reafirmado en su unicidad, nos habla de la necesidad de protección frente a un entorno agresivo, pero la coraza del ego no nos habla de la verdadera esencia del ego, en la obra por lo tanto el ego esta oculto, no sabemos que forma tiene, solo su forma externa que opera como un exoesqueleto, perfectamente equilibrado y simétrico que aporta seguridad y contención, regulando el flujo interno de las energías psíquicas y su relación con el entorno.
El Ego expresándose a través de su indumentaria blindada nos aporta referentes vectoriales para reflexionar sobre nuestra actual condición identitaria, son realmente efectivos los blindajes subjetivos? La esencia del ego puede ser representada como una figura maciza y compacta? O estamos asistiendo a la virtualización del ego, y por ende su fragmentación, y la apertura multidimensional, la re-territorialización de nuevos espacios intersubjetivos, donde el concepto de blindaje es trasmutado hacia la noción de inter-conexión, la protección del yo, cede espacio al multi-ego, una nueva categoría aportada por la lógica de redes, donde la virtualización de la identidad opera como un cortafuegos de las relaciones físicas entre los individuos. La profundidad estética de la obra de Egenau, es completamente coherente con su amplitud reflexiva respecto de los principios fundamentales del psicoanálisis clásico, evidenciando en su blindaje, la fragilidad de nuestras estructuras referenciales normalizadoras de realidad y la relatividad de los conceptos que sustentan los mapas conceptuales que representan nuestra visión de mundo.
Blindaje para mi ego, representa un desafío por comprender los actuales procesos de construcción de identidad, utilizando esta estructura externa como una interface o trans-corporalidad que representa la necesidad de las personas de exponer parte de su contenido subjetivo interno en un escenario exterior. Los blindajes subjetivos que utilizamos bajo la categorización de Indumentaria representan un intento por proyectar un querer ser hacia un exterior, es el reflejo de lo que la estructura psíquica interna quiere proyectar frente a los otros. Los distintos niveles de comunicación a partir del uso de una indumentaria especifica adecuada a ciertas situaciones rituales o cotidianas es una operación socio-política posible de inscribir bajo la lógica de la micro-Política, vestirse por lo tanto es eminentemente un acto político y per formatico, por el cual transmutamos y pasamos de un estado a otro.
La triangulación entre los impulsos psíquicos internos y las condiciones sociales de carácter coercitivo, buscan adecuación según los referentes históricos, culturales y económicos en los que se encuentran inmersos, de esta manera lo contemporáneo de Blindaje para mi ego se debe precisamente a que los conflictos internos o la visión individual sintoniza como respuesta sintomática al contexto social que opera en una desproporción violenta, asignando a la estructura del superego la primacía casi absoluta, por sobre las demás dimensiones del sistema sicosocial.
La operación de blindar o revestir, implica la necesidad de compensar una desproporción de los valores y busca nivelar a través de un acto defensivo la falta de libertad y la fragilidad de la vida amenazada por un entorno social hostil. La estructura del blindaje opera entonces, como la asignación inmunitaria que contrarresta la deuda social que mantiene unida a la comunidad.
Llegado a este punto, cave nuevamente preguntarse ¿son realmente efectivos los blindajes emocionales que utilizamos para relacionarnos con nuestros pares? La utilización de indumentos como protección, quedaría situado por lo tanto en un panorama de permanente exposición donde se hace necesaria la incorporación de estructuras corporales externas para poder ser parte del grupo social, sin embargo el dinamismo interno de la estructura de asignación de valor siempre opera bajo la lógica de la desproporción, por lo tanto el blindaje es efectivo pero rápidamente deja de serlo y comienza a operar bajo la lógica de la falta, supliendo con “parches” la vulnerabilidad de la estructura.
El sistema de la moda, opera por lo tanto en el permanente estado de incompletud o la permanente demanda por la actualización, reditando infinitamente un producto y un proceso para generar el consumo, el mecanismo nos exige blindarnos, pero nuevamente nos demanda la reactualización de este mecanismo. La creación de indumentaria se ve enfrentada a su sustracción del tiempo, perdiendo su valor y siendo expulsada del flujo del consumo.
Arte y moda quedan por lo tanto situados en universos paralelos que jamás se podrán encontrar, es en este punto donde quedan escindidos y solamente son rencontrados por hibridaciones y mutaciones que homologan lenguajes comunes para auto-inmunizarse y así sustraerse en parte a las desproporciones y desfases que impone el campo del consumo.
“Interfaces. Arte, Diseño y Moda” es el título de la nueva exposición organizada por el Museo MAVI, quien convoca a Raíz Diseño para realizar este ejercicio conjunto entre disciplinas semejantes.»
La muestra cuenta con una selección de obras efectuada por la curadora de la colección MAVI, María Irene Alcalde quien escogió pinturas, esculturas e instalaciones que han sido reinterpretadas desde el diseño, por 12 reconocidos creativos de Chile, Argentina y Colombia, seleccionados por la directora de Raíz Diseño, Laura Novik. (citado de Raíz Diseño )